Con esta versión remix de Glee encima de Barbara Streisand me puse a analizar los traspiés de Edwin Oviedo. A pesar que no es asesino ha dejado claro que le tiene miedo al Fiscal Carrasco de Chiclayo.

A pesar que hasta moralista de papel Nicolás Lúcar dice que yo abandoné a los trabajadores por Oviedo cuando su actitud fue al revés, yo creo que Oviedo representa ese segmento mercantilista y Free rider ose pendenciero en criollo que se aprovecha de la ignorancia de poblaciones enteras en el norte de Perú para hacer de todo con la caña y el azúcar. Él y otros empresarios como Roncal, Huancaruna, Flores y Ahora han llevado su abuso a situaciones límite.

Gracias a la torpeza de otro emergente inteligente como Hinostroza y la colaboración eficaz de Camayo podemos hoy saber que se pagaban abogados, boletos de avión y tickets para partidos de fútbol a cambio de un servicio de damage control que funciona en el sistema justicia peruano.

Esa es la parte que me da pena. Los abogados más elegantes de Lima saben que el Perú es así pero tres emergentes exitosos y torpes como Camayo , Hinostroza y Oviedo se convierten en el sacrificio humano, la sangre que las graderías reclaman para que en realidad nada cambie.

Perú es una sociedad clasista y explotadora así Pablo Secada me diga lo contrario. NADA detendrá el linchamiento. Las empresas de estos señores sus reparaciones sus santos y vírgenes de yeso quedaron fuera de juego.

Qué clase de tonto cree que el compadrazgo provinciano es un escudo imbatible. Hay varios abogados que no quieren ni ser mencionados. Menciono uno: José Luis Castillo Alva. Muy comprometido y no lo tocan. No por pitufo. Él sabe que no lo es y en cosa de días sus ex pitucos amigos empresarios lo echarán a la hoguera.

Dejémonos de cinismo. Desnudemos como somos. En particular en ese mundo del arbitraje, donde el mercado de Mochoqueque luce más limpio.

Qué clase de tonto fueron Oviedo, Camayo e Hinostroza. Pensaron que tenían el power como en la canción de Molotov